En situaciones complicadas, la mejor solución no siempre es evidente. Por lo general, hay varias soluciones posibles y diferentes soluciones que primero deben reconocerse y luego sopesarse entre sí. En situaciones complicadas, la mejor solución no suele ser obvia, pero en principio se puede conocer. Las lagunas en los conocimientos se pueden colmar fácilmente completando los conocimientos inmediatamente disponibles. Así, las decisiones pueden tomarse sobre la base de una información completa. Ejemplos de hechos complicados son las tareas de construcción. Las mejores prácticas no pueden utilizarse directamente para resolver tareas en situaciones complicadas, sino que se necesitan conocimientos metodológicos como la lógica, la sistemática, la puntuación, etc. para encontrar soluciones. Normalmente, se recurre a expertos para resolver tareas en situaciones complicadas.
El siguiente nivel es el de las situaciones complejas.