Crear condiciones para la creatividad

Una buena gestión no puede lograrse sólo con la «administración de empresas». Más bien se necesita un alto grado de creatividad orientada al mercado, especialmente en entornos dinámicos y complejos. No siempre es fácil generar ideas creativas, pero hay técnicas de creatividad probadas.

Algunas organizaciones son incapaces de reconocer las oportunidades que realmente se presentan y de adaptarse a ellas. Esta incapacidad se debe a que los directivos y el personal quedan atrapados mentalmente en su profesión después de un tiempo. Se mueven exclusivamente en el entorno de su sector y lo ven todo desde la perspectiva de su empresa y su posición. A menudo, faltan impulsos del exterior que desafíen los patrones de pensamiento adquiridos y estimulen nuevos enfoques mentales. Muchos directivos no están familiarizados con las técnicas comunes de creatividad que pueden ayudarles a superar sus barreras mentales. Al fin y al cabo, además de su actividad diaria, los directivos suelen dedicar muy poco tiempo a reflexionar sobre sus acciones y a pensar en algo verdaderamente nuevo. Con el aumento de la presión, la visión de los directivos se estrecha; los patrones de actuación arraigados se afianzan entonces aún más y la organización se tensa hasta que se vuelve incapaz de actuar.

Ni siquiera el intercambio dentro de las asociaciones sectoriales es adecuado para aliviar esas tensiones, ya que todos los miembros organizados en ellas tratan el mismo tema. Al fin y al cabo, mucha gente no está acostumbrada a ponerse a resolver una tarea sin saber explícitamente qué hay que hacer y cómo. Pero ése es precisamente el reto cuando te enfrentas a problemas cuya solución no es obvia en un principio. Por lo tanto, llegar a soluciones creativas no es sólo un proceso de aprendizaje; más bien, incluso la participación en el pensamiento creativo es un proceso de aprendizaje que no debe subestimarse.

Incluso los romanos sabían: Ex nihilo nihil fit (Nada viene de la nada). Así, la creatividad no surge del vacío, sino que requiere la capacidad de ver lo que existe y reconocer las posibilidades de conectarlo con los problemas actuales. Ernst Pöppel describe la creatividad como «una vinculación de lo que ya ha existido con contenidos de memoria nuevos o incluso antiguos».

Algunas empresas separan los equipos creativos de su actividad principal para que los creativos puedan experimentar sin ser molestados. Esto tiene la ventaja de que las ideas no tienen la oposición inmediata de los «mantenedores». Por lo general, estos equipos se forman deliberadamente con personas que no conocen bien la actividad principal. Esto les hace pensar de forma más imparcial, más creativa. Sin embargo, estas unidades creativas o de incubación, también llamadas «think tanks», a veces se desarrollan demasiado lejos del núcleo de la empresa. Si hay falta de cohesión, las ideas difícilmente pueden trasladarse a la empresa operativa y «morir de hambre». Para permitir la creación de redes, la relevancia y la viabilidad, algunas empresas utilizan «constructores de puentes» entre lo creativo y lo operativo.

La buena gestión no es lo mismo que la «administración de empresas». Es el resultado de combinar la calidad de las ideas creativas con la actividad principal. La capacidad de generar ideas creativas y tomar buenas decisiones depende sobre todo de las propias personas. La curiosidad, el interés y las ganas de aprender y crear algo nuevo son requisitos esenciales. Además, una cierta liberación del miedo ayuda a pensar más allá de los patrones y normas establecidos y a reconocer lo que es transferible en otras disciplinas. Para ello, los directivos, como todas las personas, necesitan impulsos del exterior para llevar su pensamiento más allá. Seguro que está familiarizado con esto: a veces una pregunta crítica y a veces una pista relevante es suficiente para romper los esquemas de pensamiento. Para ello, hay que romper las visiones del mundo, las convenciones, las etiquetas y los paradigmas que hasta ahora se han compartido sin discutir. Intente salir de esos caminos mentalmente.

A menudo basta con dirigir su atención a algo completamente diferente. Las visitas a empresas de otros sectores, como las que pueden realizarse a través de las cámaras de industria y comercio, los clubes de marketing o las asociaciones empresariales intersectoriales, pueden aportar sin duda ideas valiosas. Pero las fases de relajación también son importantes fuentes de creatividad. Los fines de semana prolongados son una buena manera de hacerlo, donde puedes hacer cosas completamente diferentes para alejarte de tu rutina diaria de trabajo. Con esta distancia, muchas cosas tienen después un efecto completamente diferente, el horizonte se amplía y las oportunidades de cambio que merecen la pena se perciben más fácilmente.

Por último, deben darse las condiciones marco adecuadas para el trabajo creativo. Para ser creativo, la gente necesita tanto aprecio como libertad. Hay que permitirles probar cosas y apartarse ocasionalmente de las formas y caminos predefinidos, en todos los niveles jerárquicos. Cree un ambiente en su empresa que fomente la creatividad.

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