Hay situaciones en las que se ve una perspectiva positiva a medio y largo plazo, pero que actualmente se dirigen a un cuello de botella de liquidez. En estos casos, no se necesita una financiación a largo plazo, sino una financiación intermedia.
Ejemplo 1: Quiere cambiar su negocio a un modelo de negocio que promete más rentabilidad o más estabilidad. Para el cambio necesita liquidez, que no tiene. Sin embargo, puede demostrar de forma plausible que su empresa es capaz de gestionar el capital y que tendrá mejores resultados a medio plazo si aplica el cambio. Este es un caso clásico de financiación intermedia.
Ejemplo 2: Una empresa en crisis económica aguda ha desarrollado ideas sobre cómo superar esta crisis a largo plazo. En un concepto de reestructuración con una previsión de continuidad positiva, la empresa expone de forma comprensible cómo se pueden eliminar las causas de la crisis. Este es también un caso clásico de financiación intermedia.
Para obtener una financiación intermedia, por lo general se necesita un plan de saneamiento con una previsión de continuidad positiva. Si contrata a consultores de gestión para que preparen un informe de este tipo, tenga en cuenta que los consultores de gestión serán remunerados, independientemente del resultado. Sin embargo, son responsables de sus hallazgos. Si un auditor o un consultor de gestión llega a la conclusión de que el cliente será sosteniblemente rentable gracias a la financiación intermedia, y luego la empresa fracasa, la institución de crédito de financiación responsabiliza primero al consultor por su juicio incorrecto. Por lo tanto, es comprensible que los auditores y consultores de gestión se muestren cautelosos a la hora de hacer predicciones positivas sobre la empresa en funcionamiento. Si están a favor de la continuación, incluirán en su informe pericial las condiciones exhaustivas que deben cumplirse para su pronóstico.
Debe proporcionar a su asesor empresarial toda la información que le resulte beneficiosa y comprometerse a ayudarle a evaluar la evolución del mercado y de la empresa, de modo que comprenda que su negocio prosperará a condición de recibir financiación provisional.
Tenga en cuenta que un contable o un consultor de empresas con experiencia necesitará al menos 3 ó 4 semanas para realizar dicha evaluación y que el banco financiador necesitará probablemente otras dos semanas para tomar una decisión de préstamo, en función del volumen y el riesgo del mismo.
La financiación provisional puede obtenerse ampliando su línea de cuenta corriente según lo acordado con su banco comercial. En principio, también se puede acordar con sus proveedores un aplazamiento de los créditos comerciales. Además, puede discutir un préstamo de reestructuración con su banco comercial. Por último, puede obtener una financiación intermedia clásica de su banco habitual.