El riesgo empresarial se ve afectado por el tamaño del volumen de negocio que se realiza. Las empresas más grandes se perciben como menos arriesgadas que las pequeñas.
La previsibilidad del rendimiento también influye en la percepción del riesgo. Cuanto más predecible sea el rendimiento, menor será el riesgo asumido.
Además, una gran dependencia de la empresa de su equipo directivo y de unos pocos empleados clave conduce a una mayor percepción del riesgo.
Cuanto menos diversificada esté la empresa en el mercado, mayor será el riesgo.
Obviamente, las opiniones difieren sobre la cuestión de la internacionalización de las ventas. Mientras que algunos reconocen un negocio internacional de forma positiva en la evaluación del riesgo, otros penalizan las dependencias interconectadas a nivel mundial con una mayor asignación de riesgo. Lo mismo ocurre con la participación en las cadenas de suministro interconectadas a nivel global.
La dependencia de determinados proveedores aumenta naturalmente el riesgo.
Si una empresa genera mejores rendimientos que la media del sector, recibe una reducción del riesgo, y en caso contrario, una prima de riesgo. Igualmente, ocurre con el carácter cíclico del negocio de la empresa. La mayoría de los auditores no valoran la ciclicidad.
Se supone que las empresas con una baja dependencia del progreso técnico tienen un riesgo menor que las empresas con una alta dependencia del progreso técnico.
Por último, pero no por ello menos importante, la personalidad empresarial es un factor de calificación crediticia. Personalidades empresariales carismáticas con visión estratégica que fomentan un estilo de gestión participativo contribuyen a una menor valoración del riesgo.
Ejemplo: Si la empresa dada en el ejemplo anterior es el doble de arriesgada que la media del mercado, el riesgo de la empresa es del 9,8%.
El tipo de interés para el descuento es la suma del riesgo de base y del riesgo de empresa.
Ejemplo: El tipo de interés a aplicar para descontar los beneficios futuros es del 0,1%+9,8% = 9,9% para la empresa de los ejemplos anteriores.
El tipo de descuento fijado se utiliza entonces para descontar los beneficios previstos ajustados.