Con ayuda del análisis morfológico, una técnica de creatividad heurística sistemática, se pueden registrar completamente las soluciones a retos complejos en sus características y combinaciones. Como ayuda, se crea el llamado cuadro morfológico, una tabla en cuya línea superior se introducen todas las características de una solución (por ejemplo, «material», «tamaño», «conectividad», etc.) y en cuyas columnas se introducen a continuación todas las formas posibles que pueden adoptar estas características (por ejemplo, «acero», «aluminio», «plástico» o «acero», «aluminio», «plástico» o «grande», «mediano», «pequeño»).
A continuación, se pueden combinar distintas variantes de solución conectando las características individuales a lo largo de los rasgos y luego evaluarlas. Mediante un análisis morfológico, se pueden elaborar sistemáticamente unas pocas variantes sensatas como plantilla de decisión a partir de la totalidad de todas las combinaciones posibles.