Evite la insolvencia, pero sobre todo evite la dilación de la insolvencia.

Con las dificultades causadas por las medidas contra la propagación del virus Corona, en algunos paises se suspendió la obligación de declaración de insolvencia. Sin embargo, no todos los empresarios ni todos los consejeros delegados saben que la obligación de declaración de insolvencia vuelve a estar en plena vigencia de nuevo. Los directores generales de las empresas están de nuevo obligados a solicitar la protección de los acreedores dentro de los plazos establecidos en caso de sobreendeudamiento o insolvencia persistentes. Si no lo hace, comete un retraso en la insolvencia y, como director general, responde personalmente de los posibles daños a los acreedores.

A menudo no está claro en las operaciones comerciales si la insolvencia ya se ha producido o si sólo es inminente. Sin embargo, esta fina distinción lleva jurídicamente a la gran diferencia de si ahora tiene que solicitar la protección de los acreedores o no. Para estar jurídicamente seguro, debería tener un estado de insolvencia redactado en una situación crítica. En muchos paises el estado de insolvencia proporciona información sobre si su empresa está actualmente en condiciones de atender al menos el 90 % de sus obligaciones.

Si no es así, es aconsejable elaborar el llamado balance de liquidez, que muestra si su empresa podrá volver a atender el 90 % de sus obligaciones en las próximas tres semanas. Para ello, se tienen en cuenta todos los pagos previstos en las próximas tres semanas y todas las obligaciones que vencen en este periodo. Además de los activos líquidos ya disponibles, los activos realizables a corto plazo y los créditos vencidos pueden tenerse en cuenta en los cobros, pero no los créditos que no se espera que sean recuperables. Todas las obligaciones debidas deben incluirse en los desembolsos. Por lo tanto, no deben tenerse en cuenta los pasivos para los que se haya acordado de forma demostrable un aplazamiento de pago (aplazamiento) en el momento de elaborar el balance de liquidez.

Con un balance de liquidez que demuestre que puede restablecer la solvencia en un plazo de tres semanas, puede demostrar que se encuentra en un retraso temporal de pago pero no (todavía) en insolvencia.

Puede encontrar una plantilla de cálculo práctica para un estado de liquidez y un balance de liquidez aquí.

El balance de liquidez le da tiempo para las primeras medidas efectivas de rendimiento y reestructuración financiera. Tome estas medidas de reestructuración inmediatamente. Cada día cuenta.

Puede encontrar consejos sobre medidas concretas de reestructuración que suelen tener éxito aquí.

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