Además de la flexibilización también es importante la agilización de su organización. La estabilidad no se consigue permaneciendo en un estado definido, sino con una movilidad permanente. Suena paradójico, pero se entiende cuando se sabe que nuestro mundo está en constante evolución.
Esta constatación no es nueva y, sin embargo, no es evidente. Incluso Marco Aurelio conocía el poder del cambio:
Dirige siempre tu atención a todo lo que ocurre como resultado de la transformación, porque todas las cosas están en este proceso, y tú también. Acostúmbrate a entender que a la naturaleza no le gusta nada tanto como transformar las cosas y hacer surgir siempre algo nuevo de un tipo similar. Porque cada cosa es, por así decirlo, la semilla de lo que puede llegar a ser.
Marco Aurelio, emperador romano 121-180 d.C.
Para ser estable, su organización debe adaptarse constantemente a estos cambios. Debe percibir los cambios, procesarlos y desarrollarse. Se trata de un proceso constante de regulación en torno a variables objetivo cambiantes. Estas variables objetivo pueden ser requisitos de los clientes, pueden ser fluctuaciones de personal o de disponibilidad de materiales, pero también pueden ser retos tecnológicos o cambios o requisitos legales.
Así que puede lograr la estabilidad a través de la agilidad. La movilidad o la agilidad crean resiliencia frente a los cambios o las interrupciones. Los cambios y las interrupciones pueden ser equilibrados.
Para crear esa agilidad se necesitan empleados responsables y atentos que aporten sus observaciones a los procesos de la empresa. Es necesario un discurso continuo y constructivo sobre las oportunidades de adaptación. Y su organización necesita información continua sobre los éxitos de la adaptación.