La dirección y los comités de empresa de las empresas suelen ser hostiles entre sí en lugar de complementarse. Los empleados son el recurso más importante en muchas empresas. Sólo se puede esperar un compromiso y un rendimiento máximos si las condiciones marco son adecuadas para los empleados. La dirección y el comité de empresa influyen en estas condiciones marco. Los comités de empresa bien formados no se interesan unilateralmente por los derechos de los trabajadores, sino que trabajan por el bien de la empresa. Por el contrario, los directivos concienciados no deben limitarse a optimizar unilateralmente el rendimiento de los empleados, sino crear unas condiciones marco que conduzcan a un clima de rendimiento saludable basado en una cultura de la confianza y el aprecio y la motivación.
No sólo las cuestiones sujetas a codeterminación deben ser planificadas y aplicadas conjuntamente por la dirección y el comité de empresa. La incorporación del comité de empresa complementa las perspectivas, los conocimientos y las habilidades de la dirección y fomenta tanto la gestión empresarial global como la cooperación incluso en situaciones difíciles. Este es un buen requisito para evitar conflictos.