Todas las técnicas de creatividad tratan de cómo se puede ampliar el espacio de pensamiento o el campo de búsqueda de posibles soluciones y aprovechar el conocimiento latente para encontrar soluciones. El proceso de solución debe ser lo más autoorganizado y autorresponsable posible. Lo imprevisto e inesperado se desea explícitamente, porque sólo lo nuevo lleva realmente más lejos. Si la intención es implicar a los empleados en los procesos creativos, deben crearse y fomentarse los llamados «espacios abiertos», que pueden adoptar la forma de un futuro taller, por ejemplo.
Todas las técnicas de creatividad tienen en común que la fase creativa de búsqueda de planteamientos básicos de soluciones debe mantenerse separada de la fase de evaluación de los planteamientos encontrados y de la fase de decisión sobre soluciones concretas para no excluir planteamientos potenciales demasiado pronto.
Superar los propios límites mentales es un reto incluso para las personas familiarizadas con las técnicas de creatividad. Esto se debe principalmente a que cada persona está limitada en su mundo mental. Esto es especialmente cierto en situaciones críticas en las que hay que encontrar soluciones rápidamente. La presión por el éxito y el miedo no son buenos compañeros de las fases creativas. Estrechan el horizonte del pensamiento. Por supuesto, no nos gusta admitir que estamos atrapados de esta manera… sobre todo cuando nuestro entorno espera de nosotros líderes que señalen el camino hacia una solución. Sin embargo, cuando nos damos cuenta de qué valores están en nuestras manos, lo correcto es admitir que necesitamos ayuda. Necesitamos preguntas críticas que nos saquen de nuestros patrones habituales de pensamiento. Un sparring puede plantear esas preguntas. Es cierto que un sparring externo no conoce tanto el sector, los antecedentes y el desarrollo del mercado como los expertos de la empresa, pero esta falta de conocimientos, de la que a menudo nos quejamos, también tiene otra cara valiosa que ahora es necesaria: Las personas ajenas a la empresa abordan la situación de forma totalmente imparcial. Se les permite hacer preguntas que una persona de dentro no haría. Y hacen preguntas que hacen avanzar decisivamente la reflexión. Los sparrings pueden cuestionar prácticas empresariales muy trilladas de forma crítica y sin reservas. Y pueden animarle a echar un vistazo a sectores completamente distintos y a los procedimientos que en ellos se practican. Los impulsos de un sparring, cuando se combinan con la experiencia profesional disponible en las organizaciones, pueden conducir a enfoques empresariales completamente nuevos y exitosos.