Como formador, no se orienta a los demás, sino que marca la dirección. No da por sentado las condiciones del entorno con sus incertidumbres, sino que influye y da forma a las condiciones del entorno con su organización e influye y determina las características de los elementos inciertos. Es consciente de que las estrategias de conformación pueden ser muy rentables, especialmente en tiempos de incertidumbre. En consecuencia, como formador rompe las estructuras y/o procesos existentes a través de acciones no convencionales, posiblemente arriesgadas, y aumenta deliberadamente la incertidumbre. Se posiciona ventajosamente en el entorno que crea. Su protección es su ventaja creada por los hechos. Los derechos formales de propiedad no son tan importantes para usted como su poder de ideas y su velocidad de innovación.
Para ello, realiza las adquisiciones pertinentes. Como formador, establece las reglas, construye comunidades y crea demanda. Usted también elige a los socios comerciales con los que quiere trabajar. Invierte claramente en la dirección que marca. Usted determina las tecnologías y los procedimientos y crea efectos de bloqueo en el mercado con quasi-estandardes para efectos ?lock-in? y luego aumenta los costes de cambio para sus clientes y socios de servicios. Influye en los competidores de forma selectiva enviando señales claras.
Como formador necesita una fuerte confianza en sí mismo que puede provenir de un fuerte poder de mercado, aunque no necesariamente. Hay que ser un excelente comunicador y «contador de historias» para desarrollar y mantener la ventaja de ser el primero.
Ejemplos de formadores son Aldi, Shell, Toyota, Tesla, Porsche y Harley-Davidson, pero por supuesto también Google, Microsoft, Oracle y Facebook.