La huella ecológica es un indicador de sostenibilidad. Le muestra la cantidad de terreno biológicamente productivo que se necesita para que su empresa continúe con sus actividades tal y como lo hace actualmente. Se incluyen los terrenos utilizados para la extracción de materias primas que son procesadas por su empresa. También incluye la tierra utilizada para proporcionar la energía que consume su empresa, pero también la tierra utilizada para eliminar sus residuos y para compensar el dióxido de carbono de sus procesos. La suma de todas estas áreas es la huella ecológica de su empresa. Se expresa en la unidad «hectárea global» [hag]. Como no todas las zonas del mundo tienen la misma productividad biológica, se ha determinado la productividad media que alcanza una hectárea. Esta producción media por hectárea es la capacidad de absorción de una hectárea global [HAG].
Si la huella ecológica combinada de todos los humanos es mayor que la superficie biológicamente productiva disponible en la Tierra, estamos en déficit ecológico. Si necesitamos menos de la superficie disponible, tenemos una reserva ecológica. Por desgracia, llevamos varias décadas de déficit ecológico.
Para entender la propia contribución operativa a la carga ecológica de nuestro mundo, se puede medir o calcular y evaluar la huella ecológica. La huella le indica la cantidad de HAG necesaria para que su empresa funcione como lo hace. A partir de la huella ecológica, se pueden derivar y aplicar objetivos para reducir el impacto de forma demostrable.
Por desgracia, no todos los recursos consumidos se incluyen en la huella ecológica. Por ejemplo, el consumo de agua, la destrucción de la biodiversidad y el consumo de materias primas no renovables no pueden incluirse en la huella ecológica.
¿Está interesado en que se determine la huella ecológica de su empresa para ver el grado de sostenibilidad ecológica de su compañía?