Nuestro medio ambiente sufre cada vez más por la intervención humana en la naturaleza. Extraemos materias primas de nuestro entorno, contaminamos nuestra atmósfera con gases de escape y nuestros océanos con residuos. Nuestro mundo tiene una capacidad de recuperación limitada. El Día de la Deuda Ecológica sirve de «termómetro clínico» para medir esta carga global y refleja el estado de enfermedad de nuestra naturaleza.
Las empresas contribuyen con una parte de estas cargas. A muchas empresas les gustaría reducir la carga. Sin embargo, los avances que no se miden no se pueden evaluar ni se puede influir en ellos de manera significativa. Esto también se aplica al impacto de las empresas en el medio ambiente. No obstante, existen procedimientos que permiten registrar el impacto medioambiental de las empresas.
Han surgido dos normas para medir el comportamiento sostenible de las empresas: la huella ecológica y el Índice de Proceso Sostenible (IPS).
¿Qué lugar ocupa su empresa en la escala ecológica? ¿Su empresa funciona de forma sostenible? Registre su huella ecológica o su Índice de Proceso Sostenible (IPS).